Con una concurrida misa de cuerpo presente y con todos los honores fue sepultado ayer el capitán de la Policía Nacional, Alejandro Vargas De León, de 35 años, asesinado de un disparo en la cabeza por Edwin Eliécer De León Velásquez, de 25 años, alias "Andín", en el Sector B de Viejo Veranillo, la noche del domingo 30 de junio. El capitán falleció a las tres de la madrugada del lunes en el Hospital de la Caja de Seguro Social (CSS).
Al sepelio acudieron familiares, amigos y miembros de la Policía Nacional, quienes escoltaron con una calle de honor a la unidad a su última morada en el Parque del Recuerdo, en milla 8.
El capitán Vargas fue una gran persona, según dijo una unidad que laboró con él. Al final del sepelio, Héctor Vargas, hermano de la víctima, dijo: "No hemos perdido una luz, se nos ha caído un sol en la familia".
Agregó que espera que el presidente electo, Martín Torrijos, cumpla su promesa de mejorar la seguridad del país. También sostuvo que ello no se va a dar con un nuevo director de la Policía Nacional ni policías mejor equipados, sino con leyes que no sean en contra de las unidades, pues hay delincuentes que son atrapados y a las dos semanas están en las calles.
El capitán Vargas laboró por 12 años y seis meses en la Policía Nacional. Al graduarse de la secundaria ingresó a la Academia de Policía. Estudió en Chile.
Laboró como capitán de la DIIP de San Miguelito y desde hacía cinco años se desempeñaba como capitán de la Dirección de Operaciones del Tránsito (DOT) en Colón.
Vargas inspiró a su hermano menor Edison Gordón, a ser policía. También falleció.