El extraño fallecimiento de Ana Isabel Mendoza, de 35 años, mantiene consternados a los residentes de la barriada 13 de Febrero, áreas revertidas de Arraiján.
Su cuerpo sin vida fue encontrado flotando en las afluentes del río Nuevo Jerusalén. La mujer dejó en la orfandad a dos niños.
Los primeros indicios revelan muerte por inmersión, aunque las autoridades de la PTJ no descartan mano criminal. Esperan los resultados de la necropcia.
UNA HISTORIA CONMOVEDORA
Eran las dos de la tarde del lunes cuando se escucho un gritó de desesperación. Era uno de los vecinos: "Hay un cuerpo en el río flotando".
Alarmados, corrieron hacia el lugar... difícilmente se podía visualizar entre los ramales de las orillas de la afluente del caudal.
El cadáver fue identificado como el de Ana Isabel. Todos la conocían por su estado de salud, ya que sufría de ataques epilépticos.
La mujer vivía sola. Fue abandonada por el cónyuge; dormía junto a su hija en cualquier casa de los vecinos donde la noche las tomaba por sorpresa. El otro de sus hijos está en un orfanato por diligencia del Gobierno, según dijo Francisco González, dirigente comunitarios.
González dijo que la joven no tenía documentos personales y ello le limitaba ante el MIVI donde intentó conseguirle alguna solución habitacional.
Una vecina llamada Clara comentó que Ana Isabel se dedicaba en la vecindad a hacer todo tipo de actividades hogareñas para buscar el sustento.
"Era una mujer desamparada, luchaba contra vientos y marea, lavaba, planchaba", dijo.
La muerte de Ana Isabel es extraña. Aparentemente se ahogó en un río, que pese a los torrenciales aguaceros en los últimos días, no había crecido, dijo Clara. |