CUARTILLAS
Crédulos

Milciades A. Ortiz Jr.

Cuando me enteré del "pinchazo" del supuesto vidente de El Valle de la Media Luna (otro de los famosos pinchazos panameños: también están los teléfonos), me reí y pensé:

"Al fin descubren un engaño religioso".

Tengo años de estar combatiendo a "los falsos profetas", pero nadie me respalda. Parece que los colegas periodistas temen a la "ira de Dios", de santones, curanderos, gente de Dios, pastores, hermanos, etc.

Entonces es más fácil callar, hacerse de "la vista gorda", hablar y escribir de política (donde sobran los embaucadores y mentirosos), o especular sobre si los panameños manejaremos bien el Canal cuando nos lo "regalen" al finalizar el año.

Es que tocar el asunto de la religión es muy sensible, ya que se refiere a la fe. Y creer algo, aunque suene imposible, es una actividad mental que, o siempre tiene que ver con la razón y la lógica.

¡Simplemente, se cree y punto! Además está lo de la religión y la existencia de Dios. No se meta en estos asuntos, porque incluso le echan la Constitución con aquello de la libertad de cultos e ideas.

Debo señalar, que esto de los "falsos profetas" que se aprovechan de una forma u otra de los ingenuos y crédulos, no es acontecimiento exclusivo de Panamá. En los mismos Estados Unidos, hace años se descubrieron fraudes y malas acciones de los llamados "tele-pastores" (pastores que usan la televisión para sus "cultos"). Pero allá cuando pillan a alguien haciendo trampa va a la cárcel, cosa que no siempre ocurre en este pequeño, pero bellaco país llamado Panamá.

Mucho dinero e influencia hay detrás de algunos fraudes, ya sean de índole religiosa o de salud. Incluso se habla de beneficios que se refieren a las relaciones íntimas y otras ganancias, que al parecer aquí no tienen ningún control.

Esto es así, porque ni la Iglesia Católica (la de la mayoría de los panameños) ni las autoridades civiles de Policía, mueven un dedo para controlar lo que penalmente se conoce como estafa, asociación ilícita para cometer delitos, y quién sabe qué otras faltas.

Aquí en este bendito país cualquier extranjero puede venir y poner una carpa en un terreno baldío. Luego el fin de semana comienza a "oficiar" reuniones donde habla de religión y por supuseto, consigue los "diezmos" de los creyentes. La plata al principio es poca, pero eso forma parte "del negocio". Con los días aumentan los feligreses (tontos útiles), y las limosnas...

Sigue el Pastor, reverendo, hermano (o como se llame) hablando disparates de su personal interpretación de la Biblia. Incluso llegan a decir "que hablan directamente con Dios", como si ellos fueran "hinchi-pinchi" del Creador.

Pues bueno, en pocos meses dejan la carpa para instalarse en un mejor local. No les extrañe que en meses se construya un Tabernáculo, Casa de Oración (o como quieran llamarla), templo, que será hecho con las donaciones generosas de los fieles.

¿Quién es ese extranjero? (o panameño, porque el asunto también está nacionalizado y no sólo es globalizado). ¿Habrá estudiado realmente religión para predicar? ¿Qué hace con los balboas (o dólares) que recibe de los creyentes? ¿Pagará algún impuesto por esta actividad a todas luces comercial?

Estas preguntas nunca son respondidas por miedo de las autoridades civiles y religiosas del país. Así que siga "la fiesta" de sanaciones milagrosas; de apariciones, sangramientos falsos, verborrea ilógica y demagógica... Después de todo, Panamá es un país donde cualquier se hace ¡Rey..!

(Cualquier coincidencia con personajes vivo o muerto, no es mera coincidencia).

 

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Militares panameños de la Guardia Nacional participan en la "Operación Centroamericana"


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no informo al pueblo de los problemas nacionales


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