Miércoles 2 de junio de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Temores y suspicacias sobre las guerrillas

La lucha armada colombiana, insurgida en las controversias bipartidarias de esa república alcanza territorios en frontera con Panamá, donde el entrenado y modernamente equipado Frente Noroccidental de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desarrolla acciones y oferta sus amenazas.

Las autoridades panameñas desde hace cinco lustros conocen de estos eventos fronterizos, y actividades mercantiles, bancarias y sociales se realizan a su alero, generando ventajas y beneficios recíprocos que pocos cuestionan.

Ahora, como consecuencia de la creación de una fuerza paramilitar en Colombia, -que se sospecha incentivan, apoyan y respaldan las fuerzas regulares y los empresarios de Urabá-, que dedica a la persecución de los irregulares, ahora éstos circulan con mayor frecuencia y número, por tierras panameñas; situación irritante que deviene en crecientes temores, en miedo colectivo, entre pobladores de la frontera que presienten futuros enfrentamientos y sangrientos combates, de los cuales panameños pudieran resultan lesionados, muertos o perjudicados en sus haberes patrimoniales.

Esta realidad debe publicitarse, nunca ocultarse, y menos negarla; divulgando con claridad y exactitud, de manera que escenas filmadas como las que presentó el Canal 13 de televisión, no cause las conmociones e irritaciones que hoy verificamos en la opinión pública.

Las protestas contra la insurgencia guerrillera colombiana, de paseo selvático contra nuestro territorio, no debe conducir al desenfreno de reclamar y producir una guerra contra tales irregularidades, apropiándonos de un histórico problema que compete a aquella nación sureña.

Darién y Kuna Yala requieren de programas sólidos para atender sus carencias públicas, entre ellos, vías de comunicación, infraestructurass urbanas y de servicios hídricos, escolaridad, colegiación, preservación cultural, afianzamiento de las autoridades administrativas y policiales, de manera que con ellos se conjuren vicios, desvíos, y aprovechamientos indebidos que allí asientan, como las excavaciones mineras del Valle de los ríos Tuquesa y Tupisa, donde más de mil lavadores de oro depredan ríos, contaminan aguas, explotan recursos, sin que Panamá participe, controle o autorice tales actividades.

No debemos olvidar que las acciones de contención antiguerrillera pasan por impedir el suministro de vituallas que en próspero trato mercantil se realiza desde nuestro país; los trasiegos de armas y explosivos, así como los arreglos bancarios de dineros de la guerrilla.

Los ciudadanos sencillos, se preguntan si éstas búsquedas publicitarias y los crecientes pronunciamientos violentistas de sectores de opinión, responden a incentivos de una estrategia dirigida a desmontar las protestas y las críticas al régimen perredista, ahora cuando pretende imponer una Sala Quinta en la Corte Suprema de Justicia, y oscurecer las investigaciones de peculados millonarios y arreglos contractuales dudosos, que alcanzan la cúspide del mando.



 
 

 

 



 

AYER GRAFICO
Militares panameños de la Guardia Nacional participan en la "Operación Centroamericana"


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no informo al pueblo de los problemas nacionales


OPINIONES




 

 

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