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La personalidad de cada individuo es diferente. Vemos en las oficinas de trabajo, grupos de amigos, incluso en los hogares la forma de ser de quienes nos rodean.
En esta ocasión nos referiremos a aquellos individuos que sueñan con dejar mal a los demás, criticando el trabajo, la forma de vestir, y en última instancia hasta sus conversaciones con los superiores.
Pareciera que muchos panameños necesitan mirar los actos de los demás, para levantar falsos e indisponerlos con otras personas, sin saber si ésta puede ser o no el más fiel allegado de la persona que está criticando.
Debes aprender a vivir tu vida, y no estar pendiente de lo que hace el que está al lado tuyo, o el que comparte a diario el mismo techo.
Hace algunos días veía como un grupo de amigos, lo que antes no se veía entre hombres, se dedicaban a observar a un compañero nuevo, el que hizo amistad con todos, menos con ellos, porque el instinto de cada persona no se equivoca, el chico sospechaba que hablaban de él.
Un buen día decidieron criticar con el jefe inmedito el trabajo del joven, ridiculizándolo frente a todos, pero hubo alguien que pudo ver más allá de lo que mostraba la situación, el jefe mayor notó la mala intención de los "egoístas" que no podían aceptar que uno nuevo se adaptará tan rápido al ritmo de trabajo que a ellos le había tomado meses.
La moraleja de esta historia, amigo lector, no debes estar indisponiendo a los demás, y es mejor que te dediques a cumplir con tus responsabilidades laborales, y si sientes la necesidad de hacer un comentario, bien sea positivo o negativo, que sea frente a esa persona por la cual sientes algún tipo de rencor.
Bien suena el dicho: "No vive su vida, por vivir la de lo demás ". Amigo lector, aprende a ver lo que tu haces, y notarás que con el tiempo tu vida será más próspera.
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