Lunes 31 de mayo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
La controversia guerrillera

Colombia soporta cincuenta años de luchas guerrilleras que desde finales de 1948 recorren sus parajes sembrando luto, dolor y muerte, en el camino de alcanzar el poder público en esa república, y protagonizan acontecimientos sangrientos, que relata la periodista Olga Behar, en su conocido libro "Las Guerras de la Paz", y novelan con rigor escritores lúcidos como Gabriel García Márquez.

Panamá, por su condición de país frontera resiente las acometidas guerrilleras colombianas cuando miríadas de labriegos, arrancados de sus tierras por la violencia insensata, buscan asentarse en tierras nuestras, trayendo a cuestas sus tragedias, desesperanzas y temores.

De igual manera, al amparo de la flora desorbitada del bosque húmedo tropical, los insurgentes reposan sus faenas de muerte y sangre, se proveen de vituallas y otros servicios, asistidos por personeros darienitas que en ello devengan beneficios y favores.

Esas fuerzas insurgentes guerrilleras tienen a Panamá como santuario, y en concordancia con tal derrotero hasta no han promovido acciones violentistas contra los nacionales y las autoridades; de idéntica manera es conocido el hecho de existir depósitos de dineros guerrilleros en cuentas bancarias locales, con los que materializan arreglos comerciales.

Décadas de tratos y entendimientos entre pobladores fronterizos y guerrilleros rubrican la vida darienita; y en celebraciones patronales y jolgorios populares locales es factible recibir las visitas de los irregulares que en ocasiones establecen relaciones maritales y amicales en el lugar.

Ahora, el país panameño se encuentra enardecido con versiones que pintan la frontera en arma, con peligros crecientes, sometida al miedo y el terror, lo cual permite que se eleven voces pidiendo rehacer el ejército, o se conceda autorización a los norteamericanos para realizar su patrullaje, y se reclaman asistencias internacionales para amparar personalísimos proyectos, donde más de mil unidades de policía, dotados de pertrechos y armamentos custodian poblaciones.

Estimamos que la controversia en torno a la presencia de elementos armados en Darién o Kuna Yala, debe ser aclarada adecuadamente por las autoridades.

También esperamos que las versiones alarmistas no sean una mecánica forjada que intenta desviar los reclamos y las preocupaciones cotidianas del país con la peor distribución del ingreso, cuyo desempleo y subempleo superan el 20% de la población activa, mientras la canasta básica permanece inalcanzable para el 37.5% de sus sufridos habitantes.



 
 

 

 




 

AYER GRAFICO
Se celebra hoy el cincuentenario de fundación del Sindicato de Periodistas de Panamá


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo orino en la vía pública


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