A TRAVES DE LA PINTURA
El nuevo horizonte artístico
de Portobelo
Rolando Gittens
Colaborador
Una nueva tradición
se está creando en Portobelo, pequeño corregimiento ubicado
en la costa atlántica del país y que representa una fusión
de grupos étnicos y un conjunto de viejas tradiciones que se han
venido transmitiendo por años, a través de los famosos bailes
congos y de su música alegre y autóctona.
Un numeroso grupo de estudiantes de artes plásticas del Spelman
College Summer Art Colony, de Atlanta, Georgia; de la Universidad de Panamá
y artistas de la comunidad, se reunieron el pasado fin de semana en el Taller
Portobelo, para intercambiar experiencias sobre arte y cultura.
Fue "el primer día del futuro", como lo llamó
el pintor, escultor y escritor panameño, Dr. Arturo Lindsay permaneció
seis meses en Portobelo, trabajando y pintando a los moradores del pequeño
pueblo costeño. De aquí nació un sueño: crear
en Portobelo un centro de intercambio internacional no sólo de estudiantes
de arte sino de artistas famosos.
El Taller Portobelo, que en realidad es la casa de la famosa fotógrafa
panameña Sandra Eleta, ha sido por 20 años donde las inquietudes
del área se han desarrollado. Primero funcionó como cooperativa
donde unas 30 mujeres, en conjunto con artistas amigos, confeccionaron diseños
para colchas de retazos, rituales, videos y una serie de cosas producto
de esta convivencia muy particular que se daba.
La intervención en escenario portobeleño del Dr. Lindsay,
permitió que en 1994, Yaneca Esquina, el más conocido y respetado
congo, fuera al Spelman College de Atlanta a dictar un seminario sobre la
forma de pintar bastones que se usan en los bailes de los congos. Esta experiencia
impactó a Yaneca, quien al regresar a Portobelo, inició la
tradición de pintar sobre lienzo los aspectos típicos de los
congos.
Desde la época de los españoles y los cimarrones, las tradiciones
se han conservado con los bailes de los congos, el teatro y sus costumbres
populares, pero nunca lo habían hecho a través de los cuadros
de pintura. Era una distinta y nueva forma de forma, de preservar su historia.
Hoy día la casa de Sandra Eleta además de un taller es
una galería permanente, donde una significativa cantidad de cuadros
pintados por una creciente camada de artistas portobeleños están
transmitiendo con colores vivos, el espíritu de su pueblo. Artista
como Yaneca, Gustavo, Tito Esquina, Ariel ( pajarito) Jiménez y otros
apoyados por la tecnología que les brinda un juego de computadoras
donadas por el Spelman College, están ofreciendo sus cuadros vía
Internet al mercado internacional.
O sea que Portobelo ya no es sólo la atracción del conjunto
monumental que se conserva desde finales del siglo XVI, cuando el sistema
de ferias convirtió a Portobelo en el fondeadero de los galeones
que buscaban un punto estratégico para acortar la ruta de mar a mar
y de norte a sur.
Tampoco Portobelo es sólo cultivo de las manifestaciones folclóricas,
ni la exaltación de la imagen de Jesús Nazareno.
La realidad es que hoy en día, se está ofreciendo en el
pueblo, una nueva alternativa para mejorar el nivel de vida de una comunidad
con escasos recursos.
No sólo están siendo demandados los cuadros de congos portobeleños,
sino que ejecutivos de galerías famosas de San Francisco, Washington,
Texas, Main y de otras ciudades de Estados Unidos, están preparando
para fechas próximas una exposición viajera.
Una nueva tradición se está formando en Portobelo y una
nueva forma de convertirse en centro de interés internacional, aunque
para muchos como: los artistas Sandra Eleta y Arturo Lindsay, es sólo
la realización de un largo, ansiado y esperado sueño.
|
|
El Taller Portobelo, que en realidad es la casa de la famosa fotógrafa
panameña Sandra Eleta, ha sido por 20 años donde las inquietudes
del área se han desarrollado. Primero funcionó como cooperativa
donde unas 30 mujeres, en conjunto con artistas amigos, confeccionaron diseños
para colchas de retazos, rituales, videos y una serie de cosas producto
de esta convivencia muy particular que se daba. |
|