El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, recibió el respaldo de la mayoría de los gobernantes justicialistas tras una reunión de emergencia en la Pampa. El mandatario, además, descartó un llamado anticipado a elecciones y aseguró que en una semana todo estaría listo para seguir las negociaciones con el FMI.
Esto es una bocanada de aire para el mandatario, ya que se había especulado con adelantar las elecciones ante el fracaso del presidente para conseguir el apoyo político necesario para llevar a cabo las reformas que exige el organismo multilateral.
"La idea nuestra es que tenemos que hacer esfuerzos para sacar a la Argentina de la crisis. En medio de esta difícil situación convocar a elecciones sería pasar a la anarquía o al caos", señaló.
Tras la reunión, 12 de los 14 gobernadores peronistas -sobre 24 provincias- emitieron un comunicado expresando su "pleno apoyo a la gestión del presidente de la nación en sus esfuerzos por llevar adelante el país en una situación tan compleja".
Así, los gobernadores prometieron cumplir con el acuerdo de 14 puntos que se firmó hace un mes, y que incluye la derogación de la ley de subversión económica y sobre todo el ajuste de las provincias.
"Países como los nuestros han quedado perjudicados, pero debemos pelear adentro, si quedamos afuera yo creo que la Argentina pasará momentos muy, pero muy difíciles", dijo. "Tiene costos políticos llevar adelante este tipo de acciones, pero el justicialismo elige pagarlos", aclaró Duhalde. |