Decidirse por una cesárea sin necesitarlo, debe ser pensado dos veces. Y es que los niños que nacen por cesárea podrían tener más probabilidades de desarrollar la enfermedad celíaca, un trastorno digestivo crónico, que los niños que nacen por parto natural, según halla una investigación reciente.
Los investigadores analizaron los datos de casi 2,000 niños que fueron atendidos en clínicas de pacientes externos gastrointestinales por enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y otras enfermedades intestinales, y los compararon con las tasas de partos por cesárea y vaginal de niños que no habían sido diagnosticados con ninguna afección gastrointestinal.
En comparación con los niños que nacieron por vía vaginal, los niños que nacieron por cesárea eran 80 por ciento más propensos a desarrollar la enfermedad celíaca.
"No encontramos ninguna relación entre las enfermedades intestinales inflamatorias, la enfermad de Crohn y la colitis ulcerosa", apuntó el autor principal, el Dr. Mathias Hornef.
Las personas que padecen de enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune, tienen una reacción inmunológica anormal al gluten, la proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. Esto conduce a inflamación y daños en el revestimiento del intestino delgado.
Los investigadores no están seguros de por qué podría haber una relación entre el tipo de parto y la enfermedad celíaca, pero una posible explicación es que los niños que nacen por cesárea no reciben los mismos microbios de sus madres que los bebés que pasan por el canal vaginal, apuntó Hornef. Esto altera la colonización bacteriana del recién nacido con microflora intestinal, o microbios "buenos", que ayudan en la digestión y ahuyentan a los patógenos.
¡CUIDADO CON LA HIGIENE!
Aunque nadie sabe por qué, algunos creen que un factor que contribuye es la "hipótesis de la higiene", " la idea de que un entorno esterilizado en exceso y libre de microbios es el responsable de que los bebés de hoy día ya no estén expuestos a muchos agentes infecciosos y microorganismos como sus antepasados. Esto puede haber alterado el sistema inmunológico humano y podría explicar el aumento en los casos de alergias, como fiebre del heno y eczema, y posiblemente de enfermedades autoinmunes, tales como la enfermedad celíaca y la enfermedad intestinal inflamatoria, explicó Green.
El tratamiento para los celíacos es dejar de comer gluten.