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Las grandes empresas gastan dinero y tiempo. La razón principal de estas inversiones representaría el éxito o el fracaso de su gestión o, más bien, la vida de la compañía.
Cuando el jefe de Recursos Humanos ejecuta un inventario de las necesidades de capacitación de los individuos de la una empresa y se las pasa a los diferentes jefes de secciones, existe lo que se conoce como el replanteamiento del orden laboral.
Las reglas siguen iguales, pero es bueno modificar o realizar algunos ajustes que se adapten a los tiempos.
Un ejemplo claro es el que ocurre con la industria automotriz. Cada año, los fabricantes de autos mejoran sus productos realizando lo que habíamos dicho al principio: modificaciones y ajustes. Esto obliga al mercado a actualizarse con lo último. El mismo ejemplo ocurre con los equipos informáticos, pues la computadora que se compra hoy, dentro de 2 años, es cosa del pasado.
Para los periodistas, los viejos esquemas estructurales de redacción también tienden a modificarse. El lector, ya no desea leer qué pasó, ni cómo pasó. El hombre busca alimentarse de piezas que lo transporten al lugar de los hechos. Ya el lector no se conforma con la simple noticia. El quiere más.
En el mundo moderno, cuando la tecnología galopa a grandes velocidades, los medios de comunicación se convierten en transmisores de imágenes y sonidos en tiempo real. Ante esta situación, los medio impresos necesitan adaptarse a los cambios para competir, cuando su personal no comprende la nueva filosofía del mercado y continúa con los viejos paradigmas, el final se escribirá con la letra efe (F): Fracaso. |
