La tradición de los globos de aire caliente ha ido desapareciendo de las festividades populares de los pueblos del interior como son las salves que se celebran al final de cada una de las novenas de los santos.
Ariel Torres, tiene unos 20 años de estar confeccionando este tipo de globos que le son comprados por empresas pirotécnicas de provincias centrales y diferentes personas para las celebraciones de sus cumpleaños, bodas, política y quince años.
El arte lo aprendió por si solo por curiosidad, por lo que se instruía con los libros de física.
Sus primeras pruebas no dieron resultado por lo que al enterarse que eran hechos en Colombia, supo como confeccionarlos.
El papel cometa o tisúes fue el que descubrió que era el mejor para este tipo de manualidad por lo que comenzó a cortar y pegar.
Primero se va pegando el papel y después se le va dando la forma de un globo.
En la parte baja se le coloca un aro de alambre de construcción junto a una mecha hecha de tela de hilo a la que se le agrega cera de vela para la hora de encenderla.
Arriba se amarra o pega un papel de cometa o tisúes y si quiere decorar se hace con este mismo papel.
Regularmente se le colocan nombres de la persona o empresa agasajada por la que se esta elevando el globo.
Para poder que suba el globo hay que llenarla de aire natural ya sea de la brisa, un abanico o con un cartón, después se enciende la mecha que va calentando el aire dentro de este volviéndolo más liviano que es lo que permite que el globo vuele.
Ariel, hace los globos de 12 pliegos de papel, 24 y 48 que son los más grandes, cada uno de estos según el tamaño le va tomando más de tres horas hacerlo.
Cuando comenzó Ariel a hacer los globos eran para la celebración de la festividad de la Virgen del Carmen en su barriada después de la procesión.
Es recomendable subir este tipo de globos durante el invierno ya que en verano como todo esta seco puede provocar un incendio y hay mucho viento.
Cuando se le consume la mecha, los globos bajan intactos por lo que son fáciles de recuperar.