"La sirenita" panameña, Eileen Coparropa se casó anoche para dejar la natación y convertirse en la esposa de Andrew Wright Smith, un norteamericano y jugador de béisbol, a quien conoció en la Universidad de Auburn, en Alabama, y donde la panameña curso estudios universitarios.
La ceremonia fue realizada en la Iglesia de Santa Marta de El Dorado donde ha asistido Eileen desde su infancia. Quien ofició el acto religioso fue el padre Rómulo Daniel Aguilar, el cual inició a las 7:45 de la noche y se extendió por más de una hora.
Eileen, quien lució un maquillaje impecable llegó cerca de las 7:30 de al noche, escoltada por dos unidades motarizadas de la Policía Nacional. Ella viajaba en una limosina de la que se bajó del brazo su padre y mejor consejero, Pedro. Lucía un hermoso vestido en blanco marfil, exhibiendo un corsé, trabajado en lentejuelas y otras piedras preciosas, que terminaba en una "cola" espectacular, igualmente elaborada.
La decoración de la iglesia fue sencilla. Las bancas estaban vestidas con arreglos flores y cuatro grandes pedestales junto a la mesa de altar con claveles rojos y blancos, margaritras del mismo color y rosas rojas.
Llamó la atención el cuerpo de damas, en su mayoría amigas, quienes lucían vestidos rojos con fajones cremas, y a quienes conoció en el equipo de natación "Las Tigresas" de la Universidad de Auburn. Alguna han participado competencias olímpicas de esta disciplina.
El Ave María fue interpretado por la soprano Indira Rodríguez, y dirigido por el maestro José Cedeño y su cuarteto.
Otro detalle que llamó la atención fue que quien ocupó la posición de Dama de Honor fue Leanne María Coparropa, hermana de Eileen, mientras que los padres de la novia Pedro Coparropa y Guadalupe Alemán de Coparropa fueron los padrinos y testigos de la boda.
La Ceremonia finalizó cerca de la 8:45 de la noche y como es tradición los novios fueron aplaudidos y bañados con granos de arroz para entonces dirigirse al hotel Continental.
ENTREGADA AL AMOR
A sus 27 años, la hoy, licenciada en Negocios Internacionales, quien selló con triunfos las páginas de la natación panameña, dejó la soltería para convertirse en una mujer entrega al amor de su querido esposo.