Un gol de Lavezzi a 17 minutos de la finalización dio la victoria ayer a la selección olímpica argentina ante Cataluña (0-1), a la que pudo golear en la primera mitad y, sin embargo, le costó más de lo previsto doblegar tras la reanudación.
Como era de esperar, el partido tuvo mucho de fiesta -a ello contribuyó el colorido que puso en la grada la hinchada argentina-, poca intensidad y mucho menos rigor táctico.
A Cataluña, esta vez muy mermada de efectivos, le costó entrar en el partido, y Argentina, una de las favoritas para colgarse la medalla de oro en Pekín -donde defenderá el título logrado en Atenas 2004-, se dio un festín de ocasiones de gol en la primera mitad.