El proceso natural de envejecimiento, el medio ambiente e incluso algunos los medicamentos producen cambios en la piel, a los que es necesario estar atentos.
Aunque las arrugas suelen ser una preocupación importante en la tercera edad, están lejos de ser el problema de la piel que requiere más atención.
Los dermatólogos explican que con el paso de los años, la piel tiende a adelgazarse y a perder puntos de unión con la capa inferior (la dermis), por lo que se vuelve más frágil.
Además sugieren que los adultos mayores deben evitar los golpes y usar ropa protectora, en el caso de las mujeres, es preferible que utilicen pantalones en vez de faldas.
CAMBIOS
La piel tiende a resecarse y, por tanto se descama y produce picazón, sobre todo en brazos y piernas, y más en invierno. Por eso es vital evitar elementos que acentúen la sequedad, como el uso excesivo de jabones. Aunque tenemos incorporado el jabón, éste no es imprescindible, sobre todo en las personas mayores, que tienen la piel seca.
Entre el 60 y el 70% de los mayores de 65 años tiene hongos en las uñas de los pies y muchos de ellos no les dan importancia porque los consideran una cuestión estética. Pero no es así: la piel y uñas infectadas por hongos son una vía de entrada para infecciones más importantes.
RECOMENDACIONES
En cuanto al cabello, se recomienda un lavado dos veces por semana con un champú suave. No lavarlo por tiempo prolongado ayuda a la acumulación de células muertas que producen picazón.
Evite la fricción con la colonia y el uso generalizado de talco, pues éstos resecan la piel.
Es muy importante que los adultos mayores revisen su cuerpo periódicamente para ver si aparecen alergias, nódulos o manchas que pueden ser signos de tumores benignos o malignos.
La autorrevisión debe hacerse una vez al mes después de la ducha, abarcando todo el cuerpo, incluidas la espalda, las plantas de los pies y los genitales. Si aparece algo extraño, hay que consultar al médico.
Utilizar filtro solar es clave a toda edad. Factor 15 es el mínimo recomendable; si va la playa, prefiera un factor 20 ó 25. El sombrero, especialmente en los varones que dijeron adiós al pelo, es un aliado indispensable, al igual que los anteojos con filtro UV, ya que el sol allana el camino a las cataratas.