Al menos 17 personas murieron y 110 resultaron heridas al detonar dos vehículos cargados de explosivos frente a un restaurante frecuentado por policías y frente a una mezquita chií en Bagdad, poco después que insurgentes mataron a tiros a un importante funcionario de la seguridad nacional.
Entretanto, veinte personas murieron también en otros dos ataques con coche bomba contra un oficial del ejército iraquí, en la localidad de Tel Afar al occidente de Mosul, en el norte de Irak.
Los cuatro atentados ocurrieron en momentos en que Ali Moussa, un alto funcionario del Ministerio de Comercio de Irak, perdía la vida en un ataque terrorista en Bagdad.