Según un viejo adagio africano, "cuando dos elefantes se pelean, el único que sale perdiendo es el pasto". Igual ocurre con la presente discusión de la propuesta gubernamental de reformas a la Caja de Seguro Social (CSS).
Mientras el gobierno de Martín Torrijos persiste en aumentar la edad de jubilación, elevar las cuotas obrero-patronales y permitir que la banca privada administre los fondos de la entidad, los obreros y demás grupos de la izquierda se preparan a lanzar una huelga general indefinida, como medida extrema para demostrar quién tiene más convocatoria y apoyo de las masas.
Una huelga general sólo abarcaría a tres gremios fuertes, pero que no lograrán paralizar al país del todo.
Los obreros de la construcción, los maestros de las escuelas públicas y posiblemente los trabajadores de la salud (médicos y enfermeras), se irán desde mañana a un paro de labores debido a que ellos mantienen la tesis que las reformas les afectará más a ellos, que al resto de la población.
Sin embargo, interesante ha sido la reacción popular a las manifestaciones recientes. Muchas personas que presenciaban las protestas estaban de acuerdo con los grupos sindicales y universitarios.
De la mayoría de la gente que he hablado sobre las reformas, hay casi una percepción unánime de que el aumento de la edad de jubilación a 65 años para hombres y 63 años para las mujeres, aunque sea gradual, es una tremenda maldad.
Tampoco nadie está de acuerdo con eso que se eleven las cuotas obrero-patronales a 300, en vez de las 180 originales. Mucho menos que se lleve a concurso el puesto de Director de la CSS y que este funcionario tenga sueldo de ministro.
En algo sí estamos de acuerdo con la propuesta del gobierno en la CSS: que los médicos trabajen ocho horas laborales en esta entidad, puesto que algunos de los galenos se aprovechan para ejercer sólo dos a tres horas en la entidad pública, mientras que en su clínica privada le dedican más de cinco horas.
Todo el mundo sabe que las reformas a la CSS ya estaban pactadas desde noviembre pasado, cuando un grupo de técnicos del Fondo Monetario Internacional recomendó a Torrijos implementar medidas draconianas a la CSS para pseudo-privatizarla.
Me pregunto, ¿qué pasará mañana con la marcha de los sindicatos obreros y gremios magisteriales? ¿Y sí la convocatoria aglutina a miles de personas y a gran parte de la población que nunca protesta en las calles? ¿Se echará atrás el gobierno ante semejante presión popular? Ver para creer. . .