EDITORIAL
Desencanto
La encuesta que la CID/Gallup elaboró para la editora Panamá América debe constituir una alerta para el gobierno de la mandataria Mireya Moscoso. La popularidad de la presidenta refleja una caída importante y preocupante. El bajón es justificable, porque la población, equivocada o no, percibe una parálisis de un gobierno, que permanece empantanado en los proyectos que presenta: uso del Fondo Fiduciario y el Plan de Seguridad Nacional. Además hay ministros que prácticamente son imperceptibles, lentos en sus ejecutorias y se escudan en excusas para no actuar. El desencanto es de tal magnitud que en enero el 76% de las personas que votaron por la presidenta, alegaban que volverían a respaldarla, pero ahora sólo el 57 por ciento le mantiene ese apoyo. La jefa del Ejecutivo debe sacudir a sus Ministros, de lo contrario, debe ir pensando en introducir figuras que actúen, que tomen decisiones y que no escuden en excusas como la falta de presupuestos. Si dentro de los partidos políticos que la apoyan no existen esas figuras, la presidenta debe recurrir a independientes con prestigio, que vendan seriedad, optimismo y seguridad jurídica a los inversionistas. Pero la situación de la gobernante no debe llenar de júbilo a su principal adversario político, el secretario general del Partido Revolucionario Democrático, Martín Torrijos, ya que su popularidad ya está siendo disputada por uno de sus copartidarios, el alcalde capitalino Juan Carlos Navarro. En el renglón de popularidad, Torrijos tiene un apoyo del 61% de opiniones favorables de los encuestados contra 59% de Navarro, pero el ex candidato presidencial registra al mismo tiempo más opiniones desfavorable (27%) contra 19% del jefe de la comuna capitalina. Los resultados también revelan que el 75% de los panameños consideran el desempleo como el principal problema del país. Esta situación es un reflejo de la paralización de la economía que se aprecia en el país, desde principio de año. Hace semanas hemos llamado la atención del gobierno en definir sus proyectos y en la necesidad de proyectar la confianza necesaria a los inversionistas, pero no hay acciones claras al respecto. Ojalá que cuando despierten no sea demasiado tarde.
PUNTO CRITICO |
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