Una vez realizado el tatuaje, la cicatrización dura más o menos una semana. Durante los dos primeros días es importante que no mojes esa zona de tu cuerpo. En este proceso de cicatrización no hay que arrancarse las capas de epidermis que parecen sueltas, porque no sólo podrías estropear tu tatuaje, sino dañar tu piel seriamente. Y a partir de ese momento es necesario que el tatuado cuide la zona de piel en la que se ha hecho el dibujo.