El presidente de EE.UU., George W. Bush, instó a Israel a suavizar las restricciones impuestas a los palestinos en el discurso de cierre de su gira por Oriente Medio, en el que situó a Irán en el centro de los males de la región.
En su intervención ante el Foro Económico Mundial, que se inauguró en la ciudad turística de Sharm el Sheij, Bush volvió a manifestar su esperanza de lograr un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos antes de final de este año, cuando expira su mandato.
El presidente estadounidense no se salió de las líneas maestras que han regido su política exterior en la zona, con tibios llamamientos a sus aliados para emprender reformas democráticas.
Sin embargo, Bush ofreció una cara distinta a la que había mostrado tan sólo unos días antes, cuando, en un discurso en el Parlamento israelí el jueves pasado, elogió la alianza de EEUU con Israel y apenas hizo referencia al proceso de paz con los palestinos.
"Israel debe hacer duros sacrificios para la paz y suavizar las restricciones a los palestinos", reclamó en su intervención, aunque sin especificar a qué esfuerzos se refería.