A ORILLAS DEL RIO
LA VILLA
Otra denuncia

Santos Herrera
Le envío estas cortas líneas, para manifestarme de acuerdo con su última columna donde nos habla de la profusión de los vicios en nuestro país y en particular, sobre las inmoralidades y el consumo de alcohol y drogas, que se observaron durante los días de feria. Me contaba un amigo lo feliz y regocijado que estaba por el gran atractivo que presentó la recién pasada Feria Internacional de Azuero, pero al mismo tiempo me decía el gran dolor que lo embargaba y que se refiere precisamente a cómo los organizadores de espectáculos de discotecas (Pub Herrerano, Planeta Balboa, Carta Vieja, entre otros), a diestra y siniestra permitían la entrada de menores de edad, práctica esta que según la ley (Código de Familia) es prohibida, pero esto es pequeño en comparación al espectáculo bochornoso que observarían esos menores. Es tremendamente inaudito cómo un adulto le suministraba licor a una criatura apenas en formación, ya que eso fue lo que yo vi, yo observé cómo un niño de escasos 9 años de edad se debatía tambaleante con el alcohol, adolescentes tirados en la cerca con el vómito acariciándole el pecho; damas, que tras el efecto excesivo de alcohol se dormitaban en las mesas, otras bailando arriba de las mesas con movimientos eróticos e insinuantes y más doloroso aún, eran otras que en su estado de ebriedad hacían sus necesidades fisiológicas (orinar) sin importarles que el resto del grupo que les acompañaba la observaba; en fin el desenfreno era total. Quiero preguntar a todo esto, que en dónde está la conciencia de los organizadores, porque de tener conciencia estoy seguro que al menos solicitarían la cédula a las personas antes de entrar, pero no lo hacían, yo lo comprobé, demostrándome con eso que lo importante era vender, aún a costa de la salud mental y física de los menores. Padre de Familia, ¿sabías dónde estaban tus hijos, a qué hora regresaban al hogar y en qué condiciones? Si no lo sabías ya lo sabes. Otro punto a tocar son las autoridades encargadas de conceder los permisos a los promotores, ya que ellos le deben exigir la no entrada y permanencia de los menores en estos lugares, de lo contrario provocaría la cancelación inmediata del contrato; pero que va, lo vivido me enseñó que para ellos era más importante ganarse un puñado de dinero, antes que exigirles el cumplimiento de la ley. Padre de familia, no esperes a que sean los promotores o las autoridades las que pongan un alto a esta situación, porque no lo harán, pues está probado que para ellos lo importante es el dinero. Por lo tanto, tienes que ser tú el que debe poner el alto, pues si no lo haces, en el futuro sólo serás el padre de una criatura dedicada al alcohol, la vagancia y por ende inservible a la sociedad. Recapacita, porque vienen muchas ferias más.
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