EDITORIAL
Contraste
Lo peor de la indolencia del departamento del Patrimonio Histórico es que no se le ha permitido poner aire acondicionado a la Iglesia de Santa Ana, donde las palomas ensucian con sus heces el atrio y otros sitios del altar donde se dicta la homilía. Las nuevas reglas del juego deben ser para todos y no se debe discriminar para un lado sí y para otros no. En el Viejo San Juan y en Cartagena de Indias se tiene una vocación uniforme para todas estas casas, y en Panamá no debemos parecer un carnaval con pintuas semejantes como las de las Bahamas, Barbados, Jamaica y otras áreas del Caribe que le quitan el encanto Ibérico de la conquista y la colonización española. Los panameños debemos tener una filosofía política de autenticidad y por ningún motivo debemos dejar que modernos restauradores inspirados en otras culturas, traten de borrar el romanticismo de una época que dejó huellas en el devenir histórico.
PUNTO CRITICO |
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