Pensando siempre que el pan engorda, muchas mujeres, y algunos hombres, omiten el consumo de éste en su dieta diaria, sin saber que este aporta los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, y es que proporciona una buena cantidad de hidratos de carbono, fibras y minerales.
Si se aumentara su consumo se equilibraría la dieta de niños, jóvenes y adultos que en la actualidad se alimentan con un elevado índice de grasas y proteínas.
El pan debería ser entendido como lo es en muchas culturas, un alimento y un ingrediente que forma parte de diversos rituales. En nuestra sociedad, el pan debe formar parte de nuestros «rituales alimenticios diarios», ya que un pan de calidad y elaborado de forma artesana es un bien para la salud.
Según algunos expertos, el pan no engorda como tal, porque en lugar de aditivos se les da horas de fermentación.
Es necesario que la gente empiece a cambiar sus hábitos de consumo, olvide el «fast food» para pasarse al «slow food», y se preocupe por comprar un pan de calidad, elaborado a mano y no industrial.