Se agrava paro de enfermeras y transportistas reanudan servicios

Tegucigalpa
ACAN-EFE
Una huelga que las enfermeras auxiliares y algunos médicos de los hospitales públicos de Honduras mantienen desde hace seis días se agravó ayer, miércoles, mientras los transportistas urbanos reanudaron sus servicios tras un acuerdo sobre subsidios con el Gobierno. Las enfermeras, unas 5.000 en todo el país, iniciaron paros de cuatro horas diarias el pasado viernes, pero desde hoy están en huelga permanente, en demanda de un estatuto especial sobre salarios y otras condiciones de trabajo. En el Hospital Escuela, el principal de Tegucigalpa, se han suspendido las cirugías y la atención externa, aunque se mantienen los servicios de emergencia. Unos 115 médicos internos (que estudian especialidades) también realizan paros parciales porque el Gobierno, que les da una beca, no les reconocerá pagos por decimotercero y decimocuarto mes. Las autoridades arguyen que éstos pagos, adicionales al salario para todos los trabajadores hondureños, son para empleados, y ellos aún son estudiantes. El Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (SITRAMEDHYS) anunció hoy que se sumará a la huelga en apoyo a las enfermeras y en demanda de un reajuste salarial para sus afiliados. De hecho, los sindicalistas del Hospital Escuela cumplieron hoy un paro de varias horas, pero lo suspendieron en espera del resultado de las negociaciones con el Ministerio de Salud. Esta es la enésima huelga registrada en los hospitales públicos de Honduras, la mayoría efectuados por el SITRAMEDHYS, con el consecuente daño para la población más pobre porque es la mayoritaria en los centros asistenciales del Estado. Por otra parte, la huelga que unos transportistas de Tegucigalpa iniciaron el lunes por un aumento en el subsidio que reciben del Estado fue suspendida tras un acuerdo con el Gobierno y después de que cientos de autobuses se estacionaran el martes frente a la Casa Presidencial. El estatuto para las enfermeras auxiliares está pendiente de aprobación por el Congreso Nacional, cuyo titular, Rafael Pineda Ponce, insiste en que, como ellas no son profesionales universitarias, ese régimen no sería válido, sino otra ley especial. El Ejecutivo aduce que no tiene recursos suficientes para cubrir aumentos salariales de los servidores públicos y, por tanto, no tiene capacidad para satisfacer las demandas de las enfermeras. Las enfermeras han rechazado algunas propuestas de solución planteadas por una comisión de funcionarios gubernamentales. El ministro de la Presidencia, Gustavo Alfaro, acusó a los huelguistas de querer sembrar "la anarquía" y pidió que los organismos estatales y privados de derechos humanos que verifiquen los daños que puedan sufrir los pacientes por falta de atención. El presidente de los sindicalistas del Hospital Escuela, Hilario Espinoza, rechazó las acusaciones de Alfaro y afirmó que "los trabajadores nos han pedido luchar por un reajuste salarial que es justo porque es para los empleados más humildes".
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