Filipinas ha impuesto la "ley seca" hasta que termine la jornada electoral de hoy, una medida que persigue evitar que la violencia empañe las elecciones, pero que pocos cumplen, especialmente, en las áreas rurales.
A medianoche entró oficialmente en vigor en todo el país, la norma que prohíbe a los filipinos la compraventa de cerveza o licores con la única excepción de los hoteles que disponen de permiso, por lo general de cinco estrellas.
Ante la medida, muchas fueron las personas que decidieron adelantar la celebración de bodas, guateques y otras fiestas.
En los suburbios y en el campo a la prohibición no le hicieron el menor caso.