"¡Gracias, Cristo!". Fue la primera frase que brotó ante la mirada de su hermana Evelín Vargas, el joven piloto Cristian Vega, de 19 años, quien salvó milagrosamente su vida al amarizar la aeronave HP-846.
El joven que hacía el vuelo desde el aeropuerto de Albrook hasta Chitré, ya está fuera de peligro. Ingirió sus primeros alimentos líquidos.
En el rostro de Evelín se notaba la alegría por tener a su hermano salvó.
La salida de Vega del hospital en el que está recluido estaba prevista para ayer, pero los galenos decidieron dejarlo un día más bajo observación. Cada visita es restringida, y solamente dos hamiliares han tenido acceso.
Pero ella, quien dice que quiere a su hermano como si fuera su hijo, relató que la decisión de Cristian de bajar en el mar fue cosa de segundos. Estuvo unos 2 o cuatro minutos con el motor apagado. Una vez que la avioneta estuvo en el agua se lanzó de inmediato y en dos segundos, la nave se empezó a hundir.
Vega dijo a su hermana que él estuvo por más de 1 hora y media en el agua, y lo último que recuerda es que se hundió, las fuerzas le faltaban, cuando de pronto sintió que una mano lo empujaba hacia la superficie y al salir, estaban los rescatistas.
"No podemos dudar que ha sido un milagro que mi hermano se haya salvado. Las veces que he hablado con él, me dice lo mismo: La mano de Cristo me salvó", reiteró su hermana.
Ella dice que son muy creyentes en la Palabra del Señor.
El joven debe salir del hospital, hoy.