Josef Fritzl, acusado de haber encerrado en su sótano y violado sistemáticamente a su hija durante 24 años, aseguró que el sexo con su víctima era como una "adicción".
Estas declaraciones de Fritzl, de 73 años, forman parte de una entrevista con su abogado defensor, Rudolf Mayer, de la que algunos fragmentos han sido publicados en el semanario austríaco "News".
Fritzl reconoce que el impulso por mantener relaciones sexuales con su propia hija "se fue haciendo más fuerte", aunque niega que las violaciones comenzaran cuando Elisabeth, tuviera 11 años de edad, tal y como la víctima declaró a la Policía. En el reportaje de News, el detenido reconoce que el "ansia de poder hacer algo prohibido" era demasiado fuerte.