Las estrías pueden aparecer como consecuencia del rápido estiramiento de la piel y, a menudo, se las asocia con el agrandamiento del abdomen que se presenta durante el embarazo. Por supuesto, el embarazo no es la única causa y tampoco este es un problema femenino, los hombres también sufren de estrías.
La localización más común de las estrías se encuentra en los senos, las caderas, los muslos, las piernas, los glúteos, el abdomen y los costados.
Según Arturo Nava, médico de la clínica SEPAC, las estrías son un estado patológico del tejido conjuntivo de la dermis, caracterizado por una fibrosis excesiva, localizada en forma de cordones como respuesta a la ruptura y mala calidad de las fibras anteriormente existentes.
Al principio de formarse la estría, es de color violeta, porque la dermis aún tiene riego sanguíneo. Después es rosada, también tiene riego. Cuando ya no hay riego sanguíneo son de color nacarado. Sólo se puede trabajar contra ellas cuando aún son violetas. No desaparecen.
Cuando las estrías estén en las áreas antes mencionadas, deberá: Utilizar vitaminas A, B, F, especialmente el kiwi que favorece la regeneración del tejido conjuntivo y por consiguiente la correcta cicatrización. Además, magnesio indispensable para la síntesis de colágeno. La acción de estos principios activos será potenciada por masajes indirectos, gimnasia pasiva, etc. Actualmente se obtienen muy buenos resultados en terapia láser.