Campanita cambia
su vida de soldado a payaso
Tras
la cara pintada y bajo los coloridos trapos de su uniforme circense
y su nombre artístico de "Campanita", está
un exsoldado de las fenecidas Fuerzas de Defensa de Panamá.

Angel Santos Barrios
Azuero - EPASA
El pasado domingo
30 de abril me llamó poderosamente la atención
cómo un payaso vestido de múltiples colores en
varias telas de satín brillante, sin importarle el caluroso
sol de medio día en las calles de la Feria Internacional
de Azuero; era la atracción de niños que jalaban
a sus padres ante el singular personaje, que se le derretía
el maquillaje desde su frente hasta su garganta.
Creo que los niños no se fijaban ni en su vestimenta,
menos en su derretido antifaz; pienso que les llamaba la atención
la destreza en que este personaje con sus hábiles manos,
hacia en cuestión de segundos, simpáticas y esculturales
figuras de animalitos con globos de plástico. Les cantaba;
les sonreía; contaba chistes y cuantos; que a los infantiles
espectadores se les hacía magia la aparición momentánea
de esas figuras.
Tras la cara pintada, y bajo los coloridos trapos de su uniforme
circense y su nombre artístico de "Campanita",
está un exsoldado de las fenecidas Fuerzas de Defensa
de Panamá; quien hoy, tal como los contó, se gana
la vida honradamente trabajando de payaso, en ferias y fiestas
infantiles privadas.
Campanita es oriundo de la ciudad capital, Panamá.
Agradeció que el patronato de la Feria de Azuero no le
cobra, ya que a parte de vender sus globos entretiene al público
visitante. Confesó que desde hace 10 años tuvo
que dedicarse a ser payaso; "gracias a Dios este trabajo
me ha dado para llevarle el sustento a mis hijos y de mi hogar,
que son mis tesoros", precisó.
Campanita dijo que tiene cinco hijos, de los cuales una está
cursando su primer año de secundaria; y dos de sus hijas
en ocasiones realizan el show junto a él. "Campanita
con el entretenimiento al público es que le paga los estudios
a sus hijos" se contestó el alegre payaso.
Los chistes, cuentos y actuaciones en entarimados es parte
de su show; pero lo que en realidad le rinde dividendos, son
los globos, detalló. Se sinceró al decir que al
principio hizo esto por la necesidad; pero ahora lo hace como
profesión; no obstante su más grande satisfacción,
comenta, es ver cómo los niños se ríen con
él, al punto que contagian también a sus padres.
"Mira si hay un grupo de niños con sus padres, y
no me compran ni un solo globo, pero los hago reír a carcajadas,
ya quedó satisfecho".
Como todo payaso, "Campanita" también tienen
sus momentos tristes; dijo que una vez fue contratado por teléfono
en la ciudad de Colón. "Me preparé bien; viaje
a Colón con mucha ilusión; pero fue una broma que
me hicieron, nadie me había contratado. Me puse enojado
por dentro, pero no lo demostré", recordó.
"Campanita" exhorta a los desempleados del país
que hagan algo, honradamente; "yo he hecho cosas que ni
se imaginan; todo para llevar a mis hijos hacia adelante; además
que Dios me regaló el don de hace 10 años, para
que fuera un payaso (estoy hablando en término de arte)
y quiero que sepan que fui un soldado de las Fuerzas de Defensa
y aquí estoy haciendo la gracia a los niños. Tú
también puedes panameño, hecha pa'lante "se
despidió aplaudiéndose los talones de una manera
tan natural que cuando lo recuerdo, aún me dé risa
y me inspira a pensar que sí se puede.
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