Parálisis y tensión en sexto
de día de huelga de transporte
Managua
AFP
La capital nicaragüense
continuaba este martes paralizada, por sexto día consecutivo, a causa
de una huelga del transporte, en medio de un clima de tensión tras
violentos disturbios ocurridos la noche del lunes, constató la AFP.
Al menos 15 niños resultaron afectados el lunes por gases lacrimógenos
lanzados durante un enfrentamiento entre la policía y bandas de pandilleros
y grupos de transportistas, que mantenían bloqueada una vía
en el sector de Rubenia, una barriada en el este de la ciudad, según
relataron testigos.
Los disturbios, que dejaron varios heridos y detenidos, ocurrieron cuando
los pandilleros y algunos transportistas atacaron a la policía con
piedras y "morteros" (rudimentarios cañones de fabricación
casera para explosivos de pólvora), con el propósito de impedir
el despeje de los bloqueos de carreteras que habían hecho con barreras
de adoquines y neumáticos.
Según testigos, la policía repelió la agresión
porque fue atacada por pandilleros, que se han infiltrado entre los transportistas,
y que se dedican a bloquear las carreteras con piedras y a la quema de neumáticos
para obstaculizar el libre tránsito de vehículos.
En lo que va del paro, dos personas han muerto en confusos incidentes
en lugares donde las vías públicas estaban bloqueadas.
El paro, convocado por la Coordinadora Nacional del Transporte (CNT)
para exigir al gobierno una rebaja del precio del combustible, afecta los
servicios de transporte colectivo de personas y carga, lo que ha obligado
a miles de personas a desplazarse a pie o en camiones hacia sus destinos.
En Managua no circulan autobuses y los pocos taxis que brindan servicios
cobran tarifas hasta dos veces por encima de lo normal, lo que provoca descontento
en la población. La protesta afecta al menos a un millón de
personas en la capital.
Este martes, cientos de personas caminaban por Managua hacia sus trabajos
o viajaban en bicicletas o camiones de carga. En las paradas de las rutas,
los usuarios hacían largas filas en espera de algún transporte
ocasional.
En los comercios capitalinos la escasez de productos perecederos, como
lácteos y hortalizas, comenzó a notarse, pues los distribuidores
de los distintos departamentos tienen problemas para desplazarse a la ciudad
a raíz de los bloqueos.
Entretanto, el gobierno del presidente Arnoldo Alemán mantiene
una postura inflexible de no negociar con la CNT mientras el paro continúe.
Los transportistas demandan una reducción de 42 centavos de dólar
en el precio del diesel, actualmente a 1,42 dólares el galón
(3,8 litros), pero el acepta solo una rebaja de 12 centavos.
La exigencia de los empresarios implicaría que el gobierno dejara
de recaudar 75 millones de dólares anuales en impuestos por la venta
del combustible, lo que según las autoridades afectaría el
desarrollo del plan económico.

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