El Gobierno anunció la creación de un fondo de $1,100 millones para enfrentar la caída del crédito, debido a la crisis financiera global. Sobre esto tengo dos comentarios:
El primero es que luego de meses de repetir que la crisis no va a afectar a Panamá ya estamos viendo las consecuencias de la misma cuando el Índice Mensual de Actividad Económica en febrero de 2009 creció sólo 2.87% comparado con el 9.72% del mismo mes en 2008. Inclusive comparado con el 3.15% con que creció en enero de este mismo año. Las actividades que se han visto afectadas son: la explotación de minas y canteras, construcción, actividad financiera, transporte, comunicaciones, actividad inmobiliaria, hoteles, entre otras. Definitivamente, la crisis sí nos está afectando, puesto que ha habido una disminución de la actividad económica.
El segundo comentario es sobre el fondo del Plan de Estímulo Financiero (PEF), aún no queda claro para la banca nacional ni para el sector privado la forma en que funcionará este fondo y a estas alturas se necesita poder saber cómo se va a compensar la falta de acceso al crédito. Uno de los peligros que preveo es que se financie a los bancos sin restricciones y que éstos resuelvan sus acciones, dividendos y capitalización en lugar de poner a mover ese circulante en la economía (esto pasó con el Plan de Rescate Bancario en EE.UU.). El otro peligro es que se fomente sólo el crédito al consumo (tarjetas de crédito, carros, etc.) y no el crédito a la producción. El primero sólo aumentará la demanda mientras que el segundo no solo aumentará la oferta, para estabilizar los precios, sino que además estimulará la compra de insumos, la creación de valor agregado, empleo, etc.
Concluyo, son muchos los retos que enfrentará el próximo gobierno, pero su principal logro será revertir esa mentalidad de despilfarro que ha caracterizado al actual Gobierno, enfocarse en estimular aquellos sectores que mayor valor agregado proveen y sin dejar de hacer inversión pública anticíclica, adoptar una férrea disciplina fiscal.