Varios centros de votación no contaban con facilidades para que los discapacitados pudieran ejecer con facilidad el sufragio.
En el colegio Anglo Mexicano y el Instituto América, las personas que llegaban a votar en sillas de ruedas, debían ser cargadas en los centros de votación ubicados en los pisos altos de los planteles, para poder ejercer el sufragio.
Mientras, en el centro de votación de La Salle varios ciudadanos llegaron protegidos con mascarillas ante la alerta sanitaria mundial de la gripe H1N1.