Martín Torrijos acaricia el título de ex presidente de la República y más ahora que ya conoce la identidad de quien lo remplazará en el cargo hasta el 2014.
A diferencia de las elecciones de mayo del 2004, cuando era candidato de la Alianza Patria Nueva, el perredista llegó ayer a votar al Instituto Bolívar, del corregimiento de Ancón, acompañado de su esposa, Vivian de Torrijos, de un puñado de seguidores y de su equipo de escoltas del SPI.
El perredista prefirió aislarse de la agitación política, típica de las elecciones presidenciales, según dijo, para que no se interpretara que intentaba influir en la intención de voto a favor de su candidata.
El mandatario llegó a votar a las 8:20 de la mañana cuando estuvo seguro que del lugar se había retirado su copartidaria Balbina Herrera, quien votó en el mismo colegio que la pareja presidencial.
El trayecto de Torrijos hasta la mesa de votación fue menos accidentado y con menos empujones que aquella mañana del 2 de mayo del 2004.
El jefe del Ejecutivo hizo un llamado a la cordura, tolerancia y civismo, principalmente en el periodo poselecciones cuando ya sean conocidos los resultados de presidente, alcaldes, diputados y representantes de corregimientos.
"Me llena de mucha satisfacción, que, al igual que hace cinco años atrás, los panameños acudieron a las urnas a elegir al que le tocará dirigir los destinos del país. Me llena de orgullo la manera en que se está desarrollando el torneo y de como los panameños están cumpliendo con su deber cívico", manifestó ayer Torrijos antes de conocer los resultados generales.
Luego, Martín Torrijos se dirigió a entregarle un regalo a su hijo Nicolás "El Vikingo" Torrijos, quien cumplía años. Luego se fue al Palacio de Las Garzas para esperar los resultados de los comicios.
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