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Cerca de un millón de jóvenes católicos recibieron al Papa en Madrid.  |
El Papa Juan Pablo II, en su primer viaje al extranjero desde la guerra en Irak, instó el sábado en Madrid a los jóvenes del mundo a trabajar contra la espiral de violencia y terrorismo que dijo ha sembrado odio y muerte en todas partes del planeta.
En su encuentro con la juventud, en la base aérea de Cuatro Vientos, el Papa dijo que debería mantenerse lejos del "nacionalismo exasperado" en una aparente referencia a la violencia en el País Vasco en España. "La espiral de violencia, el terrorismo y la guerra provocan, todavía en nuestros días, odio y muerte", dijo ante la multitud de jóvenes creyentes durante su primer día en Madrid.
"Responded a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor. Venced la enemistad con la fuerza del perdón", continuó ante una multitud de unos 600.000 entusiastas jóvenes. "Manteneos lejos de toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia. Testimoniad con vuestra vida que las ideas no se imponen, sino que se proponen", añadió.
El Papa fue aclamado y recibido con gritos, lágrimas y cánticos de unos jóvenes que habían comenzado a reunirse al mediodía en el aeródromo madrileño. Su discurso, interrumpido en numerosas ocasiones por gritos de "!Té queremos!", fue el segundo pronunciado por el pontífice en su viaje de 36 horas a España. El acto central de la visita será la canonización de cinco beatos españoles el domingo en la Plaza de Colón.
A su llegada a Madrid, el Papa dijo que rezaba para que el mundo pudiera alcanzar por fin una paz duradera. El presidente del gobierno español, José María Aznar, apoyó la guerra contra Iraq, a la cual se opuso el Vaticano.
El pontífice de 82 años, quien realiza su viaje número 99 fuera de Italia y el quinto a España, también dijo que esperaba que España y Europa recobren sus raíces cristianas y respeten los valores tradicionales, a medida que el continente se esfuerza en la integración y la ampliación. |