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Consultamos a algunos buhoneros de Calidonia y la avenida peatonal, quienes nos dijeron que aunque los dividendos no son grandes, les alcanza para mantener a sus familias.  |
En nuestro país, muchas personas recurren al negocio informal para sostener a sus familias, pero muchas veces se ven afectados por la saturación de la actividad.
De las personas que se dedican a la economía informal unas 19,489 están inscritas en la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (AMPYME), pero unas 15,754 aún les falta la patente.
Consultamos a algunos buhoneros de Calidonia y la avenida peatonal, quienes nos dijeron que aunque los dividendos no son grandes, les alcanza para mantener a sus familias.
BUHONEROS OPINAN
Cientos de panameños se ven afectados por la falta de ayuda con los puestos de trabajo.
Olmedo Osorio: "El movimiento es lento y hay pocas ventas. Lo que más buscan en mi puesto es lente de lectura y pulsos de reloj. Creo que toda persona que pierde su trabajo, busca la buhonería, muchos de ellos dan precios bajos porque consiguen la mercancía mal habida".
Domingo Martínez: "La situación económica está difícil, me dedico a reparar relojes, no vendo nada más porque siempre hay quienes necesitan reparar su reloj. Los buhoneros no estamos organizados, por eso estamos todos aglutinados en Calidonia. He sido afectado por parte del Municipio porque me destrozaron la mesa donde coloco mis herramientas de trabajo".
Eneida González: "Años anteriores el movimiento era mayor y se vendía más mercancía, ahora sólo hay para comer. Siempre varió la mercancía, las que más se venden son las toallitas, bolsas, perfumes y correas. Aunque hay muchos buhoneros, la mayoría son extranjeros".
Carmen Castillo: "Las ventas han bajado un poco, pero aún hay para que las cosas caminen, tenemos que trabajar mucho. Este negocio se basa en el buen trato al cliente, y prácticamente lo que se vende son toallitas, ligas para el cabello, y otros artículos que buscan las personas. Mi familia tiene años en el negocio de la buhonería".
Jorge Palma: "Desde que se fueron los gringos la situación económica no funciona bien. Nadie me ayuda y los inspectores me sacan de la peatonal a cada rato, y no me dejan trabajar. Deben dejarnos un espacio para que podamos los de las pequeñas empresas trabajar y tener nuestros ingresos para nuestras familias".
Gladys Núñez: "El movimiento de personas es poca, al igual que las ventas, ya que han bajado un poco. Los inspectores nos dicen que nos ubiquemos en las esquinas para no afectar el paso a las personas. Los días de quincena y fines de semana hay más movimiento de personas, pero aún así tenemos que quedarnos hasta tarde para sacar algo". |