Frecuentemente hacemos de nuestras vidas una cadena de actos inconscientes, reflejos, actuamos o respondemos basados en reacciones impulsivas, olvidando que somos seres humanos, racionales, con capacidad de analizar situaciones a fin de mejorar y superar acciones pasadas para elevar nuestras condiciones de vida y tener una existencia cada vez más digna y próspera. El Ser supremo nos dio la capacidad para aprender y discernir, usémosla.
Con relativa frecuencia escuchamos decir (cada vez a más personas), "yo soy así, nací así y no voy a cambiar". Que pena, vergüenza y tristeza dan las personas que así se expresan, porque se menosprecian a sí mismas. Ellas olvidan su inteligencia, su capacidad de raciocinio para superarse y no cometer los mismos errores del pasado.
Ello equivale a decir, que es en vano la educación y la formación. Es negar la capacidad evolutiva de nuestra especie. Así, porque llevamos décadas de actuar y hacer mal las cosas, tenemos que continuar haciéndolas mal, porque somos así. ¡Qué sentir tan falso y mediocre! Es hora del cambio, ahora y ya.
Iniciemos con nuestro léxico, lo que decimos, cómo nos expresamos y los gestos que hacemos, mejorémoslos. El trato a los demás que sea desde hoy mejor, con cortesía, amabilidad, con respeto, tratemos a todos como queremos que nos traten. Cuando realicemos nuestro trabajo hagámoslo lo mejor posible con calidad total, cuando hagamos un acto, seamos solidarios, afectivos y que cada vez nuestros actos y actividades sean mejores. Así, seremos más dignos y seremos de más calidad. |