EDITORIAL
Pobreza en Panamá
Las cifras son dramáticas, los indígenas de nuestro país que se agrupan en el renglón de pobreza general subsisten cada día con B/.2.47 y los que se ubican en el ámbito de la pobreza extrema sobreviven con B/.1.42 diarios. Quién puede vivir en Panamá con cifras tan irrisorias. Tal vez los que residimos en la capital inmersos en los problemas cotidianos, no logramos percibir el problema de la pobreza, sobre todo en las comarcas indígenas y los pueblos del interior. Además se estima que otras 895 mil personas viven con un salario mínimo de 500 balboas. En ese grupo figuran 409 mil empleados que ganan menos de 400 mensuales, 127 mil desempleados, 305 mil amas de casa y 54 mil personas que piensan buscar empleo en los próximos seis meses. Esa realidad se estrella contra las estadísticas que señalan que en Panamá el ingreso per cápita es de 3,080 balboas. Los pobres no sólo carecen de ingresos para subsistir, sino que además el 85% de sus viviendas carecen de los servicios alcantarrillados y el 55% no cuenta con electricidad, situación que es peor en el área indígena donde el 92% no cuenta con ese servicio de energía. Esperamos que de la Conferencia de Ejecutivos salga una propuesta realista, para que el gobierno y el sector empresarial puedan desarrollar iniciativa, con el fin de aliviar los males de la pobreza que ahoga a los panameños. Los proyectos deben ser ejecutados prontamente, porque a un hombre con hambre no se le puede pedir que tenga paciencia. Las soluciones no son mágicas, pero junto con los que más tienen, se pueden desarrollar programas que cooperar con nuestros hermanos necesitados.
PUNTO CRITICO |
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