Parece arrepentida

Redacción
Crítica en Línea
La secretaria de Justicia Janet Reno dijo ayer que los agentes federales que capturaron a Elián González en Miami tuvieron que "desplegar fuerza, no hacer el uso de la fuerza", para demostrar que controlaban la situación. Entretanto, un siquiatra que examinó al niño cubano de seis años dijo que era probable que el pequeño no sufriese lesiones psicológicas duraderas como consecuencia del allanamiento armado a la casa donde vivía. En rueda de prensa, Reno dijo que las horas de la madrugada del sábado fueron "el momento más apropiado, cuando había menos gente" para que los agentes de inmigración realizasen el allanamiento. "Ese pareció ser el momento más seguro posible para realizar la transferencia", dijo a la prensa. Agregó que Elián "ha tenido muy mala suerte en todo este tiempo. Pero sigue siendo un niñito fuerte y resistente, y sigue sonriendo". Más tarde, funcionarios de Justicia dijeron que el caso de Elián González, incluido el allanamiento del sábado, ha costado al erario público federal más de 578,000 dólares desde el 25 de noviembre, cuando Elián fue hallado, hasta el lunes de esta semana. Por otra parte, la policía municipal de Miami dijo una semana antes de allanamiento que hasta entonces el departamento había gastado más de un millón de dólares en la vigilancia de la vivienda y mantenimiento del orden público. Tras la operación, la policía indicó que aún no terminó de contabilizar los gastos, pero pronosticó que superarán con mucho esa cifra ya que la totalidad de la plantilla policial municipal fue puesta en estado de alerta, con turnos de 12 horas para todos sus integrantes. El cálculo preliminar federal no incluye el costo de la estadía de la familia en la base Andrews de la Fuerza Aérea, desde el sábado hasta el martes. La mayor partida fueron los 374,000 dólares gastados por el Servicio de Inmigración y Naturalización, que incluyeron el costo de entrenar y alojar a 13 agentes de inmigración que participaron en el allanamiento, así como el vuelo de Elián a Washington en un avión del gobierno. El Servicio de Alguaciles, que suministró 20 diputados para el allanamiento y el mantenimiento de la seguridad de Juan Miguel González en Washington y otros miembros de la familia, gastó 161.000 dólares. Las cifras incluyen horas extras, pero no los salarios regulares de los participantes, por cuanto estos salarios habrían sido pagados de todas maneras. Otras partidas se gastaron en gestiones legales, y en los trabajos de mediadores, conciliadores y siquiatras. La funcionaria eludió una pregunta sobre si el Departamento de Justicia intervendría para lograr una reunión entre Elián y sus familiares de Miami, que lo cuidaron durante casi cinco meses desde que fue rescatado del océano Atlántico a fines de noviembre. Su tío abuelo Lázaro González y su prima Marisleysis fueron los encargados principales de ese cuidado. "No puedo imaginar que Marisleysis no vuelva a verlo en su vida", dijo Reno. "Sólo de mirarlos se ve la conexión" que tienen. Reno defendió enérgicamente la decisión de su departamento de capturar a Elián, con el argumento de que los familiares del niño en Miami no le dieron otra opción. "Ellos pensaron que podían hacer caso omiso de nosotros, y nosotros tratamos de ser muy pacientes con ellos para lograr una transferencia voluntaria, pero llega el momento en que uno debe aplicar la ley", declaró. Al hablar acerca del momento del allanamiento, Reno dijo que esa mañana había muy poca gente frente a la casa de Miami y que si el gobierno no entraba en acción en ese momento, "la gente seguramente se enteraría de que estábamos preparados para hacerlo". Así y todo, agregó, la gente que estaba frente a la casa "trató de enlazar con cuerdas a los agentes que se acercaban a la vivienda". La agente Betty Mills fue agarrada cuando se llevaba al niño a una camioneta "y estuvo a punto de caer al suelo", dijo la funcionaria. Elián estaba ayer con su padre Juan Miguel, su madrastra Nersy y su medio hermano Hianny en un retiro de la costa oriental del estado de Maryland, donde los visitarían la ex maestra de kindergarden del niño y un primo de diez años. También se esperaba en el retiro la llegada de cuatro de los compañeritos de clase de Elián en Cuba, cada uno con un miembro de su familia.
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