EDITORIAL
Manifestaciones sin tregua política
Como si fuera algo cotidiano, trivial, frecuente y algo muy propio del entorno, ayer se realizaron otras manifestaciones para protestar contra el régimen. Es evidente, que no pasa un día sin que en Panamá se den protestas por acciones que dejó el gobierno anterior de hacer y que las ha heredado el gobierno de doña Mireya Moscoso. Por supuesto, gran parte de la culpa la tiene el propio gobierno que no ha sabido proyectar una positiva, y todavía no despega del letargo en que está sumido. El cierre ayer, del Corredor Sur es sumamente peligroso porque de nuevo se está atentado contra los derechos de terceros. Aceptamos las protestas contra la compañía ICA y nos solidarizamos con la Junta Directiva del Seguro Social, pero no justificamos la metodología que se está empleando para llegar al fondo del problema. Las autoridades pertinentes lo que tienen que hacer es caracterizarse y cortar de raíz este asunto que atenta contra los asegurados y pensionados de la Caja de Seguro Social. Aquí no hay alternativa y se debe proceder con energía cuando se trata de defender los intereses del pueblo pasando por encima de argucias y leguleyadas de abogados y funcionarios públicos que en forma ambigua y supuestamente apegados a las leyes conspiran contra el pueblo. El desalojo de precaristas en Panamá oeste; de las mujeres colonensas en la Presidencia; de los manifestantes del FER en el Instituto Nacional y el potencial paro en Bocas del Toro son algunos de los sucesos que estremecieron ayer al país, pero que el Gobierno parece no enterarse que estas acciones erosionan la actual Administración Pública. A parte de ello hay una escalada del crimen organizado que profundiza el temor de los ciudadanos de este país que demandan mayor y mejor protección. El panameño no debe dejarse confundir por encuestas de popularidad porque ese es un sondeo de opinión entre una reducida cantidad de público, por lo que advertimos que los índices de popularidad de tales consultas no son la verdad absoluta y mal pueden los políticos aferrarse al resultado de tales encuestas. El gobierno, tiene que "ponerse las pilas", según expresión popular y atender las prioridades de salud, educación, cultura, seguridad y sobre todo inyectar la mística en los ciudadanos de que podemos ser mejores por que Panamá está llamado a ser dueño de un destino superior.
PUNTO CRITICO |
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