Martes 27 de abril de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Tribunal Electoral titular de la Fuerza Pública

En cumplimiento de las normas sustantivas que regulan los procesos electorales panameños, los mandos de la Fuerza Pública resignaron sus poderes y responsabilidades mandatorios en los Magistrados del Tribunal Electoral, quienes a partir de la ceremonia acontecida hoy, deben dictar las órdenes y asignar los quehaceres al cuerpo organizado que administra la fuerza legítima del Estado.

El evento es significativo y repite similar acontecimiento de 1994, con lo cual se afirma con fortaleza y agarre el camino democratizador panameño donde el pasado de arbitrariedad, de imposición y dirimencia de los entorchados queda en el olvido.

Panamá ratifica su vocación civilista, patriótica y democrática al celebrar comicios de renovación de autoridades presidenciales, legislativas, alcaldicias y municipales, en torneo de elevado acento, de respetuoso acontecer donde las fricciones, los contrapelos partidarios y las disidencias ideológicas no alcanzan estadios de violentismo y agresión.

Por ello, el cumplimiento de sanitario acontecer en la vida política institucional de resignar en las máximas autoridades electorales tales responsabilidades durante la última semana anterior a la votación, significa un paso de Gulliver en la vida cívica nacional y sirve de derrotero al desarrollo de la contienda que definirán los votos mayoritarios.

En países hermanos la democracia ha sido agredida; sus mandatarios han adoptado y asumido papeles que atentan con el libre juego de las ideas, y la violencia material cancela la vida de adversarios y protestatarios, dejando senderos de sangre derramada bajo injusticia y prepotencia.

La democracia es el sistema perfectible que con mejor logro ha construido el humano, y su camino a mejorar es el designio que impulsa a los activistas, partidarios y políticos, así como las fuerzas de la sociedad civil que con justicia reclaman participación y vigencia en la construcción social.

Los panameños confiamos en el sereno desenvolvimiento de los comicios de mayo próximo; y, asimismo, que la imposición ilegítima, arbitraria y fraudulenta que caracterizó el pasado reciente del período entorchado, permanezca en olvido, sin sorpresas resucitadas, ni acciones impopulares que niegan la voluntad de los electores.

La Fuerza Pública, y sus mandos civiles, deben hacer honor a su divisa y con honor, lealtad y sacrificio, hacer del entorno comicial una fiesta popular, de civismo y hermandad patriótica: Panamá lo requiere; la Patria lo necesita.

 
 

 

 



 

AYER GRAFICO
Radiodifusores y locutores invitan al Presidente a actos del Día de la Radio


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no practico la solidaridad ni estimo al prójimo


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