Paramilitares: amenaza y tema decisivo
en diálogo Gobierno-FARC
Bogotá
AFP
Los grupos paramilitares
de extrema derecha no sólo constituyen el tema decisivo para el avance
en los diálogos entre el Gobierno del presidente Andrés Pastrana
y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC,
marxista), sino que se han convertido en su principal amenaza.
Pese al reinicio de las conversaciones el pasado 20 de abril luego de
tres meses de "congelamiento" por decisión unilateral de
las FARC, para el grupo insurgente el diálogo sólo se descongelará
"oficialmente" cuando el Gobierno les demuestre que está
luchando "eficientemente" contra los paramilitares.
Desde que el mandatario conservador instaló los diálogos
el pasado 7 de enero en un publicitado acto cumplido en la población
de San Vicente del Cagúan, departamento del Caquetá (sur),
las FARC pusieron sobre la mesa de diálogo el tema del paramilitarismo.
Consecuente con esa prioridad, y luego de una violenta escalada de los
paramilitares que dejó 130 campesionos muertos, el 25 de enero pasado
(18 días después de instalado los diálogos), las FARC
suspendieron las conversaciones con el argumento de que el Gobierno no estaba
enfrentando a los paramilitares.
Las FARC le dieron a Pastrana plazo hasta el pasado 20 de abril para
que le presentara resultados en la lucha contra los paramilitares, al tiempo
que le remitieron a través de su Alto Comisionado para la Paz, Víctor
Ricardo, una primera lista de militares, que según los insurgentes,
tienen vínculos con los paramilitares.
Dos generales del Ejército que figuraban en ese listado, fueron
retirados del servicio por órden directa del mandatario apenas unos
días antes de que se reiniciaran las conversaciones. El Ministro
de Defensa, Rodrigo Lloreda, negó que la decisión hubiera
respondido a las exigencias de las FARC.
Pero tal como lo había pedido el grupo insurgente, en la eunión
del pasado 20 el Gobierno presentó a las FARC un documento sobre
la estrategia oficial para enfrentar a los paramilitares, como fue reconocido
en una declaración conjunta emitada al concluir esa reunión.
En el mismo documento se reveló que, por su parte, las FARC entregaron
una segunda lista de militares, civiles y políticos vinculadas a
las organizaciones armadas de ultraderecha.
En el nuevo encuentro que sostuvieron este fin de semana en el apartado
caserío de La Machaca, distante a más de dos horas por carretera
de San Vicente, el tema de los paramilitares continuó siendo protagónico.
Pero el protagonismo de los partamilitares no sólo está
en la mesa de diálogo, sino en su poder militar con el que amenazan
desatar una sangrienta guerra en la zona escenario de las conversaciones.
Desde el pasado 7 de noviembre miles de guerrilleros de las FARC ocupan
los 42.000 km2 del sur del país que Pastrana les entregó temporalmente
para lograr que se sentaran a dialogar.
Esa concesión debe concluir el próximo 7 de mayo, pero
las FARC ya han advertido que es necesario una nueva prórroga -la
primera la ordenó Pastrana en febrero pasado- para continuar avanzando
en el diálogo.
Carlos Castaño, líder de las Autodefensas Unidas de Colombia
(AUC, paramilitares), ya advirtió que si las FARC pretenden apoderarse
indefinidamente de la zona bajo el pretexto del diálogo, ellos atacarán.
Según Castaño, 1.000 de sus hombres ya se encuentran en
los alrededores de los 42.000 km2, y otro número igual está
listo para desplazarse a la zona.
".... No se si el Ejército, una vez estemos allá,
va a presenciar como espectador una guerra de exterminio entre guerrilla
y autodefensas", fue la sentencia hecha por Castaño desde la
clandestinidad en una entrevista con el diario El Tiempo de Bogotá,
publicada el lunes.

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