El Teatro Nacional estaba repleto. El clima se portó a la altura de las demandas. Hizo una bonita noche de luna. Bien temprano fueron llegando parejas y grupos ansiosos por escuchar a los afamados pianistas Nelly y Jaime Ingram. Ofrecían un recital en cuya primera parte los acompañaría la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por el Maestro Jorge Ledezma Bradley.
Cuando se corrió el telón, este martes en la noche, los pianistas fueron recibidos con entusiasmo por un público que incluía cerca de una docena de niños.
De la audiencia la mayoría era gente madura y de la edad dorada. Pero no faltó la juventud que se nutrió de música de calidad. También hubo ex presidentes de la República y de la Asamblea, ex administradores de la Autoridad del Canal de Panamá, diplomáticos, teatristas, promotores culturales, empresarios, pintores, turistas..
Las personas maduras conocían del talento de los esposos Ingram. Los más jóvenes iban a estrenar sus oídos con notas sacadas del piano por la pareja.
El público deliraba de entusiasmo. Silbaba, gritaba ¡bravo!, ¡precioso! y otras expresiones de aprobación. De pie los aplaudió siete veces.
No podía haber sido más exitoso su retorno al escenario tras su retiro voluntario hace doce años.