La manera en que el boxeador Gustavo Caicedo enfoca los problemas puede resultar algo difícil de entender.. A diferencia de otros atletas, él halla en nuestras "desgracias" deportivas una fuente inagotable de inspiración para echar hacia adelante. "Al mal tiempo, buena cara", parece ser su refrán favorito.
Él es consciente de que el boxeo olímpico panameño anda por el piso, pero esto es algo que en vez de derrumbarle el ánimo, lo ha motivado. "A mí me resulta doloroso que el boxeo, que es un deporte que tantas glorias le ha dado a Panamá, no tenga atletas que lo representen en Juegos Olímpicos. Para mí, lograr este objetivo es un reto, todo un desafío".
QUIERE HACER HISTORIA
Caicedo, medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena, Colombia 2006, no se equivoca en su planteamiento. Los 24 campeones mundiales que ha parido el boxeo profesional en Panamá contrastan terriblemente con la realidad del pugilismo aficionado que no cuenta con ningún éxito de proporciones universales. Los últimos púgiles locales que asistieron a los Juegos Olímpicos fueron Luis Ávila y Roy Hundley, quienes vieron acción en Münich 1972.
Para que la tendencia negativa del pugilato olímpico cambie, este atleta recomienda muchísimo apoyo. "Las cosas no andan bien, pero mi anhelo es ir a unas Olimpiadas, cuando me dijeron que participaría en el Preolímpico mis ánimos se elevaron aún más", opinó el darienita, con cinco años de carrera aficionada y cerca de 45 combates.
HISTORIA DE SACRIFICIO
Una verdadera historia de optimismo, esfuerzo y perseverancia es la que rodea a Caicedo, sargento de la Policía Nacional. Nacido en la recóndita comunidad de Jaqué, en Darién, este muchacho se trasladó muy joven a Panamá y, junto a su familia, se radicó en Santa Marta, San Miguelito. "Éste es un barrio bastante violento, pero cuando uno viene con un propósito y tiene metas bien claras, uno se aparta de las cosas malas y toma el camino correcto, y es muy difícil dejarse mal influenciar", declaró.
El púgil manifestó estar preocupado por las generaciones que vienen detrás de él, ya que teme que un día se hallen sólo con las ruinas de lo que una vez se llamó boxeo aficionado en Panamá. Indicó que con el sacrificio que hace al mantenerse activo como atleta lo que busca es contribuir a mantener con vida a esta disciplina. "Si llego a clasificarme a unos Juegos Olímpicos y tengo una buena actuación yo sé que eso despertará el interés de muchas personas por el boxeo olímpico y así habrá más apoyo", aseveró.
AFICIONADO POR SIEMPRE
En la calle, cuando está en labor policiaca, Caicedo se anda con mucho cuidado, porque nunca se sabe de dónde una bala puede salir. "Ser policía es muy difícil, porque suelen suceder cosas repentinas, pero dentro de un cuadrilátero es el árbitro quien lleva el control".
"No tengo intenciones de meterme al profesionalismo, estoy estudiando y quiero seguir haciéndolo.. Estudio criminología y espero llegar a ejercer mi profesión algún día, eso es lo que le he dicho a mi esposa y a todos mis familiares".