Managua, Nicaragua. Los tiempos han pasado con mucha prisa en la vida del panameño Rod Carew, miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas. Ya no tiene las muñecas más rápidas ni es un "Picaso del béisbol" como lo apodó en los años 70 el escritor Dick Miller.
El Carew de ahora, con 62 años, es calmado, tiene una gran paciencia para atender la prensa y es un maestro para enseñar los fundamentos más importantes del béisbol. Recuerda con exactitud sus logros en las Grandes Ligas, sus frustraciones, su niñez en Panamá. Habla un perfecto español y sus indicaciones técnicas ante los periodistas fueron sólidas, demostrando el porqué ha sido considerado uno de los mejores bateadores del gran juego.
Cuando ayer salió al terreno del estadio Jackie Robinson de Managua, más de 60 jóvenes lo miraban y esperaban atentos sus primeras indicaciones. Lucía una franela de los Mellizos, el equipo donde ganó siete títulos de bateo. Sus pasos eran más lentos que aquellos cuando se robaba el "home plate" y bateaba hits por todos los lados del campo.
"Lo importante es tener el balance en el juego, balance al batear, correr, fildear y lanzar", les dijo a los juveniles. Con ellos dio muestras de bateo, de corrin, de cómo tocar la pelota, y muchas otras cosas más. Fueron dos horas de arduo trabajo.
Carew reveló que siempre estudiaba a los lanzadores.
"Con Nolan Ryan tuve problemas al comienzo, pero me coloque diferente en el plato frente a él y así le pude batear muchos hits. Hay que estudiar hasta cuando se está en el círculo de espera", explicó.
Añadió que "siempre hay que tener confianza de que se pueden hacer las cosas. Hay que tener consistencia, usted no puede batear un año para promedio de .300 y luego .250. Para triunfar en el béisbol, como en cualquiera otra profesión, usted tiene que tener confianza y consistencia", afirmó.
Sobre su primer contacto con los jóvenes beisbolistas nicaragüenses, dijo que trataron de hacer todo lo que les indicaba, aunque algunos eran muy tímidos.
"Yo soy igual a todos ellos, y si logre triunfar en las Grandes Ligas fue porque puse todo mi empeño, trabajé duro por años y desde que salí de Panamá a la edad de 15 años, mi meta fue llegar a las Grandes Ligas", explicó Carew en una mini-conferencia, luego de tres horas de trabajo en el campo.
¿DIRIGIR O ENSEÑAR?
Carew tuvo la oportunidad de dirigir en 1972 a Venezuela cuando también fue campeón bate, y llevó al equipo venezolano al segundo lugar en la serie del Caribe.
"Yo tuve esa experiencia y no me gustaría volver a dirigir. He podido ser nuevamente coach de bateo en las Grandes Ligas y no lo he aceptado. Mi trabajo es enseñar, entrenar y eso lo disfruto mucho. Por eso dije que me gustaría ayudar a Panamá, a su selección Nacional, de la forma que mejor lo puedo hacer, que es ayudar en los entrenamientos, en la preparación de los bateadores", acotó.