ASEGURA PERIODISTA DEL MIAMI HERALD
¿Panameños deben usar los ojos y no los oídos para hablar del Canal?

Maritza Reyes
Crítica en Línea

Los panameños y los latinoamericanos debemos dar a conocer todo sobre el Canal pero usando los ojos y no los oídos, esto con respecto a lo que los políticos puedan aludir al respecto, recalcó en su exposición el periodista de investigación del diario Miami Herald, Andrés Oppenheimer, en una conferencia organizada por el Centro Latinoamericano de Periodista (CELAP).

El periodista argentino, quien pasó mucho tiempo en Panamá durante la dictadura militar, enfatizó que la transferencia total de la vía acuática al mediodía del 31 de diciembre no es sólo el triunfo de dos naciones (Panamá y los Estados Unidos) y dos hombres ( Omar Torrijos y Jimmy Carter) sino de toda Latinoamérica que aportó su granito de arena y que al igual que el resto del mundo mantendrán los ojos bien abiertos ante el funcionamiento del Canal, a la entrada del 2,000.

Aconsejo que los periodistas deben actuar como profesionales de la pluma y no como panameños y latinoamericanos al expresar los asuntos del Canal y "apretar cuando haya que apretar" porque existe descontento en los Estados Unidos e incluso en Latinoamérica, (tema que ahondará hoy con nombre y apellido de sus fuentes en una de sus columnas en el Miami Herald), con respecto al deterioro de las áreas revertidas y eficiencia de la vía acuática.

Al preguntársele sobre si la preocupación de los Estados Unidos es una excusa para retomar las riendas del Canal después del 2,000 dijo que ¡no! porque sería el gran papelón de la primera potencia mundial y sectores de esta nación no lo permitirían al igual que toda Latinoamérica.

Mientras que el director de la Autoridad de la Región Interoceánica, Ardito Barletta aceptó que algunas estructuras están deterioradas y que se han registrado algunos robos en Balboa y Diablo, y que en años anteriores se cometió el error de alquilar las casas en lugar de venderlas, pero que todo irá cambiando con los procesos de ventas de estas residencias.

Recalcó que precisamente esta situación ha creado una estela de duda en el ámbito internacional.

Aseguró que el proceso de venta va viento en popa e igualmente el proceso de transición se realiza con transparencia y seguridad.

Pero el periodista del Miami Herald insiste en que en el ámbito internacional se plantean estas interrogantes ¿Quién va a proteger el Canal de las amenazas cuando se vayan los americanos, de la proximidad con Colombia y la narcoguerrilla, de los inmigrantes, de los visitantes de medioriente (árabes) que atentan contra objetivos de Estados Unidos? que ciñe la preocupación también de los usuarios de la vía acuática.

Señaló que hay que tener mucho cuidado con las maniobras de corrupción que pudieran darse en las áreas revertidas, en donde sólo debe existir seguridad y transparencia.

El presidente del Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP) Ithiel Roberto Eisenman tiene otra concepción al manifestar que para hablar del Canal u otro tema de interés periodístico, es necesario también usar los oídos, de lo contrario no estaríamos motivados para ir a ver.

Advirtió que es necesario desmenuzar los hechos y evitar la politización porque tenemos una tradición de décadas de politizar el Canal, desde el punto de vista panameño no es muy difícil ahora despolitizar las noticias sobre el Canal y eso es lo que tenemos que procurar hacer.

Dijo que el Canal se convierte en una empresa de la República de Panamá por lo que ya no es un objetivo político de Panamá y los Estados Unidos. Es un Canal neutral y abierto al mundo.

Lamentó que la credibilidad de la República de Panamá frente a la transición del próximo 31 de diciembre es cero y es un gran dilema, pero a la vez una gran oportunidad para los panameños, de demostrar lo contrario.

Con respecto a la entrada de inmigrantes dijo que "aquí se han vendido pasaportes y han entrando personas que no han debido entrar, pero cuando más pasaportes se vendieron fue cuando los Estados Unidos aún mantenía su mayor fuerza militar, por lo que no hay que temer cuando de hecho también sabemos que el Canal es indefendible.

El peligro que pudiera representar Colombia por la cercanía con la provincia de Darién, esa sería una esperanza añorada por los ex militares panameños.

Aseguró que la única solución de este problema es que Panamá no importe esa guerra a su territorio y no plantearse una solución militar. "Panamá en toda su historia ha permitido que la guerrilla colombiana entre a descansar en su territorio, como garantía de que éstos no violen la seguridad de los nacionales", enfatizó el periodista.

"Hay que tener cuidado con el Darién porque podría ser una maravillosa excusa para remilitarizar y para que la derecha norteamericana justifique la militarización de la policía civil".

Con respecto a los enemigos de los Estados Unidos que pudieran atentar contra el Canal después del 2.000, señaló que el Canal es neutral y sirve a todos los países del mundo por lo que hay menos necesidad de destruirlo.

Y de registrarse algún tipo de corrupción durante la administración del Canal en manos panameñas debe cubrir las primeras planas de los diarios, porque es la mejor defensa de que las actividades corruptas pasen al Canal.

Se mostró en desacuerdo con los cinco años garantizados para el Canal, que a juicio de Oppenheimer aseguran analistas internacionales, porque cada empresa tiene su cultura y en base a esa cultura continúa, recalcó que hay que ser optimistas, creer en la capacidad de los panameños de exigir que el Canal sea una entidad de primer mundo.

 

 

 

 

 

 




 

El Canal se convierte en una empresa de la República de Panamá por lo que ya no es un objetivo político de Panamá y los Estados Unidos. Es un Canal neutral y abierto al mundo.

 

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