Lunes 19 de abril de 1999

 








 

 


FAMILIA
Prevención y resolucion de esta dependencia

Robert L. DuPont Jr. M.D.

Recuerde que, al contrario de lo que puede haber visto en la televisión o leído en las historias de horror de los periódicos, los síntomas de abstinencia son moderados generalmente, casi nunca amenazan la vida (excepto en casos bruscos) y son temporales, No deje que la idea de estos síntomas le atemoricen; infórmese de cuáles son, enfréntelos y supérelos con actitud positiva. Siempre sugiero repetirse a sí mismos estas ideas: "Mis síntomas son molestos pero no peligrosos" y "Ahora no estoy bien, pero pasará".

En realidad, ¿cuáles son los síntomas de abstinencia? Pueden ser moderados e incluyen irritabilidad e insomnio; diversos problemas gastrointestinales, como pérdida de apetito, náusea y diarrea; sudoración y visión borrosa. Las jaquecas y sensaciones extrañas en la cabeza, manos y pies, son comunes., Puede haber síntomas sicóticos, paranoia y alucinaciones. Hay ataques epilépticos si el retiro es abrupto. Estos síntomas pueden comenzar incluso antes de que se tome la última dosis; es decir, comienza cuando el nivel de consumo se reduce, pero antes de que se abandone. Puede empezar a las pocas horas o a la semana siguiente de la última dosis.

Los síntomas de abstinencia son difíciles de predecir; no puedo decir qué pacientes los sufrirán y cuáles no. Algunos no padecen nada, otros los tienen moderados; muy pocos tiene síntomas severos. Cuando éstos aparecen, son modestos. Sin embargo, duran poco, y en forma intensa algunos días o, cuando mucho, algunas semanas. En general no son peligrosos excepto los ataques si se dejan los medicamentos repentinamente, como en el caso de pastilla tranquilizantes para dormir. Es importante respetarlos pero no temerles. El cuidado médico ayuda a reducirlos y manejarlos.

Los síntomas de abstinencia son difíciles de diferenciar de los de la enfermedad original. En general son cortos y cada vez menos severos. En contraste, el resurgimiento de la enfermedad tiende a persistir e incluso a aumentar cuando se ha dejado la droga. Esta diferencia puede ayudar a que la paciente y el doctor los distingan. A veces las pacientes conocen la diferencia; experimentan la abstinencia como un problema nuevo.

Existe una complicación importante: aunque los síntomas de abstinencia son reales y resultado directo del uso mismo de la droga, las características, intensidad, duración y consecuencias están muy influidos por las ideas y expectativas de la paciente y del médico. Por ejemplo, si sienten terror y confusión, los síntomas serán más molestos. Si hay un reconocimiento realista de que son desagradables pero no peligrosos, y sobre todo que son temporales, serán más fáciles de manejar.

Mi experiencia ha encontrado que no son el principal obstáculo para liberarse de la droga. La situación más difícil para la mayoría de los adictos se presenta cuando la abstinencia es completa. El uso de la droga, médica o no, se convierte muchas veces en la manera de resolver problemas y manejar los sentimientos desagradables. Puede servir como sustituto de relaciones y actividades. En efecto, puede convertirse en una manera de vivir. La recuperación real es un proceso a largo plazo, ya que se trata de aprender a vivir nuevamente sin drogas; significa encontrar nuevas formas de manejar la vida, incluyendo sus problemas, algunos de los cuales pudieran contribuir al uso inicial y muchos de los cuales permanecerán como obstáculos difíciles después de dejar la droga.

 

 

 

 



 

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