Con mucha tristeza se realizó el funeral del estudiante del V Grado de la Escuela Pablo Arosemena, Eriño Ponce Guerra.
Eriño, de 10 años, murió la pasada semana por un golpe que recibió en la sien cuando intentó esquivar una tiza que le lanzó un compañero.
El maestro de Ponce dijo que era un momento muy difícil, porque nadie quiso que ese accidente ocurriera. Se refirió al estudiante como un niño que tenía mucho futuro por delante.
La banda de música de la escuela a la que pertenecía Ponce, acompañó en el funeral del viernes, junto al personal de docentes, familiares y amigos que marcharon desde la escuela hasta la Iglesia de Dios.
Yuritza Guerra, madre del niño, llorando abrazó el ataúd de su hijo que tenía el sueño de convertirse en un médico para salvar vidas.