Miembros de grupos ambientalistas de la provincia de Chiriquí y la comarca Ngöbe Buglé mantienen su oposición a los proyectos hidroeléctricos y de exploración minera.
Los ambientalistas temen que el desarrollo de este tipo de inversiones también perjudique otras actividades con gran potencial para la provincia como son: el ecoturismo y el etnoturismo.
Carmen Tedman, miembro de la Asociación Pro Defensa de las Cuencas Hidrográficas, señaló que de seguir este tipo de proyectos en Chiriquí, la provincia perderá parte de su atractivo turístico.
Aseguró que la biodiversidad de la flora y fauna que posee la provincia son recursos naturales que le interesa conocer a los turistas nacionales y extranjeros; sin embargo, esa riqueza puede perderse con el pasar del tiempo.
Simón Gallardo, dirigente indígena de la organización Acción Ciudadana contra los Proyectos Mineros, opinó que en vez de promoverse la explotación del cobre u otros minerales en Guariviara, Chorcha y Cerro Colorado, se deben establecer inversiones en materia turística, ya que es una actividad que puede traer desarrollo sostenible al territorio comarcal.
"Sabemos que estos proyectos son de alto riesgo, por lo que la población indígena se opone rotundamente. La población indígena se encuentra en estado de alerta", expresó.
Informó que el próximo mes de mayo se realizará un foro en la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), donde se analizará el tema. También dijo que los grupos organizados de la Comarca dejarán sentada su posición de rechazo a esta clase de inversiones.
De igual forma, un grupo de indígenas del Congreso Regional Ño Kribo de la comarca Ngöbe Buglé presentó en noviembre de 2009, una serie de inquietudes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, con sede en Washington D.C., en la que manifestaron su total desacuerdo con esos proyectos.