"Por favor seño, me da más bayonesa"; "ñama a tu hermano pa' come'" o "Déjame ver pa' ve'" no son simples palabras salidas de la boca de alguien con poca o nula educación. Son oraciones que a diario pronuncian estudiantes universitarios y personas que se dedican a diversas profesiones.
El leguaje no debe ser asesinado de esta forma. Para corregir los defectos, primero están los diccionarios o los profesores en los planteles para corregir problemas que vienen de arrastre. El panameño debe pronunciar bien las palabras. De esta forma haremos que los niños aprendan un buen vocabulario.
Cuando en calles se escucha palabras como las que iniciaron este escrito, causa tristeza, pero más pena produce ver a profesionales escribir culebra con "K" o bueno con "W" (weno). Nos revolcamos en el lodo del subdesarrollo y gritamos: ¡QUÉ ALGUIEN HAGA ALGO...!.
Si el deseo es ser mejores ciudadanos, evitemos hablarle a nuestros niños con "agu", "agu". Esto desarrolla en los niños un vocabulario de un analfabeto que -en algunos- es difícil decirle a un niño de 11 años que un perro no es un "guaguao", cuando para él toda su vida lo ha sido.
Estimados lectores, cuando escuchemos a un amigo (a) hablar de "ñamar" en vez de llamar, digámosle aparte que está incurriendo en un error. Con el pasar de los años, si adoptamos esta práctica, notaremos un nivel intelectual en las conversaciones. |