No habían pasado ni 24 horas de las declaraciones de la jefa del Ministerio Público, dando prácticamente por concluidas las investigaciones sobre la supuesta infiltración de dineros del colombiano David Murcia Guzmán en la campaña electoral panameña, cuando surgen ahora ex agentes del Servicio de Protección Institucional, asegurando que hubo la entrega de un maletín a miembros del oficialismo.
En este caso, la verdad saldrá a cuenta gotas y serán reveladas cosas conforme favorezca al interés de los involucrados de una u otra forma en el caso de Murcia y su captadora de dinero DMG.
Ya lo advertimos: las conexiones con Murcia serán como un muerto escondido en el closet, que puede salir a la luz pública en cualquier momento. Ahora después de todo lo dicho por la Procuradora Gómez, tendrá que recoger sus palabras e investigar una nueva arista en toda esta telaraña que envuelve a la política panameña.
Ese tipo de investigaciones son complejas y no puede haber apresuramiento, sin completar todas las diligencias posibles. Si hay millones de dólares envueltos como alega el propio convicto colombiano, hay que seguir el rastro del dinero.
Lo prudente para el país es que todo esto se aclare, para separar la verdad de la mentira o de las medias verdades. De todo este escándalo, la llamada clase política está saliendo afectada y se está perdiendo la fe en los dirigentes, algo muy lamentable para una pequeña nación que hace esfuerzo para perfeccionar su democracia.
El Ministerio Público tiene la obligación de desarrollar una investigación objetiva e imparcial, para dilucidar de una vez por todas lo referente a la penetración de los dineros de Murcia en la política de Panamá.