La Basílica Menor de Don Bosco estaba llena, pero no era la celebración de las patronales del santo, más bien la vista de 127 ángeles.
Los niños cantores de Filadelfia hicieron resonar el templo con sus voces, los presentes no querían perdérselo.
Temas como Battle Hymn of de República, Pie Jesu, Shenanadoah y Agnus Dei, fueron aplaudidos y ovacionados, como muestra de bienvenida a estos embajadores de Buena Voluntad.
Pero la canción que dio de qué hablar, llegó entre saloma panameña y expectativa. "Mi gallo pinto", un tema autóctono de nuestro terruño tomó un significado celestial al ser interpretada por estos pequeñines.